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Ana Vago, la felicidad está en el dar

  • Foto del escritor: Paideia
    Paideia
  • 5 abr 2019
  • 3 Min. de lectura

Por: Juan Zamprile


FUNDÓ UN CENTRO PARA LA MUJER


La directora del Centro de Educación y Capacitación de la Mujer (CECAM) se dedica a formar en valores y oficios a personas con bajos recursos.

En la Argentina el 32 por ciento de la población es pobre, según el último estudio del INDEC. Esto significa que hay 13 millones de personas que viven en desigualdad de oportunidades. Ana Vago, la directora del CECAM, busca cambiar esa realidad. ”Estamos marcando la historia de una persona, y me parece que eso es lo que estamos llamados a ser”, expresa Vago, la correntina de 52 años que busca influir en el desarrollo de mujeres con alta vulnerabilidad.


Vago siempre tuvo una sensibilidad especial hacia estas personas. Creció sabiendo que al terminar el secundario iría a Buenos Aires a formarse y luego volvería a Corrientes. Estudió Profesorado de Jardín de Infantes y Psicopedagogía. Se enamoró de Pablo, un porteño, y dejo atrás a su ciudad natal. Trabajó como voluntaria en el Hospital Austral y en Pilar Solidario, pero siempre sintió que estaba preparada para desafíos más grandes.

"Yo siempre tuve un bichito que me llevó a este tipo de labores". (J.Z.)

Su madre padecía una fuerte y larga depresión, lo que la marcó a Vago para siempre. Sostiene que le hubiera gustado tener otro vínculo, u otra madre. En Buenos Aires, se casó con Pablo y tuvieron a María, Joaquín y Clara. Inmediatamente después del nacimiento de Clara, Pablo fue diagnosticado con cáncer. A sus 33 años, su proyecto de formar una familia numerosa terminó repentinamente. “Eramos muy jóvenes, me frustró no tener esa posibilidad”, confiesa Vago.


“A pesar de todo lo que viví, pude salir adelante gracias a la fe y la contención de la gente, y logré ser plenamente feliz”, expresa sonriendo. Por eso cree que todas las mujeres que asisten al centro merecen la oportunidad que ella tuvo. Necesitan contención, saber que alguien se interesa por su bienestar. Ella no busca transformar sus vidas, sino que quiere darles las herramientas para que ellas sean las protagonistas del cambio. “Es un trabajo de todos los días que no sale en ningún diario, pero ahí está lo nuestro, lo que me hace feliz”, cuenta Vago, mientras observa por la ventana a las alumnas haciendo manualidades.



El CECAM se dedica a formar a través de cursos laborales y talleres de formación en valores. Vago lo fundó en 2011 en Pilar y este año ya se anotaron 191 alumnas. Se inauguró el curso de Decoración de Tortas, que se suma a los otros 11 cursos , entre los que se encuentran el de Cocina y Computación.


“El 90 por ciento de las mujeres que asisten a los cursos no terminaron la educación secundaria”, afirma la directora. La sede recibe gestión de la ONG Crece Argentina, que ayuda y capacita a las mujeres para poder terminar el secundario a través del programa del Gobierno Adultos 2000. Vago busca incorporar voluntarios para que hagan un apoyo personalizado a cada una de las estudiantes.

“Mi vida es mi familia y el CECAM. Es muy gratificante”, asegura Vago. La directora asiste todos los días de la semana al Centro, algunos durante la mañana y otros a la tarde. Pero durante el fin de semana no descansa, recibe constantemente mensajes de las alumnas pidiéndole ayuda. Confiesa que su dedicación total le genera algunas peleas con Pablo. Pero ella cuenta, sorprendida, que descubrió una capacidad para contener a las mujeres, una que nunca había tenido. Asegura que muchas veces recibe más de lo que da y vuelve a su casa con un gran sentimiento de plenitud y satisfacción.


Actualmente estudia Orientación Familiar en el Hospital Austral junto con su compañera del CECAM, Andrea Romanini (57). Andrea comenta que se siente muy cómoda trabajando con ella, describe a Ana Vago como una persona capaz, empática y muy generosa.


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