Saberes Digitales: cuando los docentes se vuelven alumnos
- Paideia
- 25 abr 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 may 2019
FUE LA PRIMERA EDICIÓN DE UN CICLO DE FORMACIÓN
Más de 300 educadores de todo el país viajaron a Buenos Aires para formarse en las áreas de programación y robótica.
“¿Y? ¿Cómo te ves para hoy?”, se preguntaban unos a otros los profesores y directivos que ingresaban con ansias a los silenciosos pasillos del Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET). Sin embargo, bastó con que entrasen a las aulas de la planta baja del edifico para romper con la quietud y sumergirse en un mundo de cables, mangueras, cutters y metales. Se trataba de más de 300 docentes de escuelas técnicas de nivel secundario de todo el país. Estos se reunieron durante la segunda semana de abril para participar del Ciclo de Formación Docente en Saberes Digitales, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dentro del programa formación continua de En FoCo ETP.
Ante los nervios de los recién llegados, Joreliz Aguilera, una de los 12 facilitadores especializados, convocó a su clase para explicarles el proyecto de aquel día: la producción de un modelo de un sistema de tanques de agua. Esa mañana del jueves 11 de abril, la teoría dejó de ser la única protagonista para dar paso a la práctica en los talleres de prototipado de programación y robótica que se realizaron a lo largo de cinco jornadas durante toda esa semana.
Finalizada la explicación, los materiales de trabajo que se encontraban dentro de las cajas de cartón cerradas sobre las mesas de mármol de a poco fueron desmenuzados por las manos curiosas de los profesores y directivos. Los docentes se apresuraron a abrir en las computadoras los fascículos con las instrucciones del proceso de prototipado y... manos a la obra.
En los talleres, los docentes realizaron prototipos de un sistema de semaforización, un invernadero automatizado, un sistema de tanques y un estacionamiento automatizado. (C.C.)
La situación en las aulas estaba invertida: los aprendices eran, en su mayoría, mayores que sus guías de remeras rojas, los facilitadores, cuyas indicaciones seguían con confianza ciega. Pese a que muchos de los educadores pertenecían a la generación de los llamados inmigrantes digitales de Marc Prensky, en las aulas se sentía su entusiasmo por aprender y colaborar con el progreso en la educación técnica argentina. “Es impresionante la capacidad de crear que tienen, les das unos pocos materiales y ya quieren hacer un avión volador”, describió Jorge Miguel Dhios, facilitador especializado.
Sin embargo, no todo fue trabajo sin descanso. Hacia media mañana, y con el prototipo del sistema de tanques encaminado, el aroma de las medialunas y los granos tostados del café que provenía de los pasillos dio la señal del receso. Así, durante media hora las conversaciones se apartaron de los tecnicismos para dar lugar al encuentro de anécdotas e historias de vida. “Yo vengo del área social, por eso muchos se preguntan qué hago dirigiendo una escuela técnica”, contaba Mónica Scarafía, directora del Instituto Provincial de Educación Técnica número 49 en Córdoba, quien afirmó que la capacitación le dio las herramientas para saber cómo incentivar a los docentes de su escuela.

A medida que el proyecto avanzaba, en el taller no convivían únicamente diversas expresiones y tonadas, sino también formas de trabajo divergentes. Cada pauta nueva que se daba a los equipos, los cuales no superaban las seis personas, implicaba un sinnúmero de formas de llevarla a cabo. “Sin duda, fue un desafío intercambiar opiniones tanto con lo capacitadores como con los profesores y directivos”, admitió Horacio Britez, coordinador general de enseñanzas prácticas en la Escuela Provincial de Educación Técnica número siete en Formosa.
Hacia el mediodía se vieron los primeros resultados. Los rostros se iluminaron cuando el centelleo intermitente de las luces y el burbujeo del agua dentro de los bidones dieron la señal del primer sistema de tanques terminado.
“¡Ahora que funciona queremos la foto!”, pedían los integrantes del primer equipo en terminar el prototipo. (C.C.)
No fue sino hasta que todos dieron el presente, desarmaron sus prototipos, y devolvieron las piezas a sus respectivas cajas que realmente se dio por finalizada la cuarta y penúltima jornada de talleres del ciclo de formación. Para la hora del almuerzo, las aulas se encontraban vacías y arregladas para los grupos del turno de la tarde.
Los educadores regresarán en noviembre para una segunda instancia de formación presencial, pero hasta entonces no estarán con las manos vacías. Retornaron a sus provincias con guías didácticas y equipamiento para la aplicación de lo aprendido en sus escuelas. A su vez, contarán con el asesoramiento virtual de los facilitadores a lo largo de todo el año. “Este es solo el comienzo”, afirmó Gustavo Mesiti, asesor del INET y coordinador de Saberes Digitales.
Juan Ángel Toledo, de la Escuela Agrotécnica José M. Malfussi de Corrientes, y Javier López, del Instituto Provincial de Educación Agrotécnica y Media de Córdoba, compartieron su impresión tras una semana de capacitación. (C.C.)
Por: Camille Curat
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